Æscwine de Wessex: Un rey entre incertidumbres y disputas
"Æscwine, hijo de Cenfus, alzó su espada en Biedanheafde. Allí venció a Wulfhere de Mercia, y salvó Wessex en días de división y sombra."
Una vez más, la historia de los primeros reyes anglosajones está tejida con hilos de incertidumbre, rivalidades y relatos fragmentarios. Uno de esos personajes que se asoman brevemente al escenario del poder es Æscwine de Wessex, un rey que gobernó durante un corto pero turbulento período entre 674 y 676 d.C. Su figura, a menudo relegada a un segundo plano, revela las tensiones internas del reino de Wessex tras la muerte de un monarca fuerte y la disputa por la legitimidad real en una época sin reglas claras de sucesión.
El caos tras la muerte de Cenwalh
El punto de partida para entender la ascensión de Æscwine es la muerte del rey Cenwalh de Wessex en el año 672. Cenwalh había gobernado por décadas, y su desaparición dejó un vacío político que rápidamente degeneró en fragmentación territorial.
El historiador Beda el Venerable, en su obra Historia ecclesiastica gentis Anglorum, describe este periodo con notable claridad:
"Sus sub-reyes se apoderaron del reino del pueblo, y dividiéndoselo entre ellos, lo gobernaron durante diez años."
Este testimonio sugiere que, tras la muerte de Cenwalh, Wessex no tuvo un monarca único durante una década, sino que fue dividido entre varios líderes menores o “sub-reyes”, probablemente nobles con control regional, quienes gobernaron en paralelo y quizá en competencia.
丨Pintura imaginaria de la reina Seaxburgh, quien reinó antes de Aescwine y Cenfus. Imagen Marvaleod.Seaxburh y Cenfus: el interregno difuso
Según la Crónica anglosajona, el trono fue ocupado brevemente por Seaxburh, esposa de Cenwalh, quien habría gobernado durante aproximadamente un año. Esto es notable, ya que las mujeres que ejercieron el poder directamente en la Inglaterra anglosajona fueron excepcionales. Sin embargo, su autoridad no parece haber sido ampliamente reconocida, y su reinado fue rápidamente olvidado por cronistas como Beda.
Algunas fuentes señalan que el padre de Æscwine, Cenfus, gobernó durante dos años. Aunque no hay consenso sobre su estatus —si fue un rey de pleno derecho o uno de los muchos sub-regentes—, lo cierto es que este linaje comenzaba a posicionarse dentro de las facciones en pugna por el control de Wessex.
¿Quién fue Æscwine?
Æscwine (cuyo nombre puede traducirse como “amigo de la lanza”) emergió como una figura destacada hacia el año 674, ejerciendo poder efectivo al menos sobre parte del reino de Wessex. Su reinado fue breve, pero significativo, y terminó en 676.
La Crónica anglosajona ofrece un dato interesante: Æscwine era descendiente de Cynric, uno de los fundadores legendarios de la casa real de Wessex. Según esta genealogía, Æscwine sería un descendiente de quinta generación. No obstante, este vínculo familiar ha sido motivo de controversia.
Beda, escribiendo en el siglo VIII, minimizó la figura de Æscwine, refiriéndose a él como un “sub-rey”, un término que podría reflejar no tanto la realidad política de su tiempo, sino el punto de vista de los partidarios del rey Ine, quien gobernó posteriormente y cuya familia, los Cuthwiningas, se consideraba heredera legítima de Ceawlin, hijo de Cynric.
Esto sugiere que la deslegitimación de Æscwine podría haber sido parte de una estrategia política para reforzar la autoridad de la dinastía de Ine, consolidando así una narrativa dinástica favorable a su propia línea sucesoria.
La batalla de Biedanheafde
Uno de los momentos más notables del reinado de Æscwine fue su enfrentamiento con el poderoso reino de Mercia. En el año 675, el rey Wulfhere de Mercia lanzó una invasión contra Wessex. Aunque los detalles son escasos, la Crónica anglosajona relata que Æscwine logró derrotar a Wulfhere en la batalla de Biedanheafde.
El lugar exacto de este enfrentamiento es desconocido hoy día, pero la victoria de Æscwine es significativa, pues representa un momento de resistencia exitosa frente al expansionismo de Mercia, una de las potencias más agresivas de la Heptarquía anglosajona. Este triunfo sugiere que, al menos por un tiempo, Æscwine tuvo el control militar suficiente para defender su territorio.
Sucesión y legado
Tras la muerte o destitución de Æscwine en 676, el trono pasó a manos de Centwine, otro personaje cuya legitimidad parece estar mejor establecida por las fuentes de la época. Centwine podría haber sido uno de los rivales de Æscwine o un sucesor acordado tras la recomposición del poder en Wessex.
Aunque su reinado fue corto y su figura ha sido oscurecida por fuentes posteriores, Æscwine representa una etapa clave en la lucha por el control de Wessex, un período de fragmentación y competencia que precedió a la consolidación de la monarquía bajo reyes como Caedwalla e Ine.
La figura de Æscwine ilustra cómo la historia puede ser escrita —y reescrita— por los vencedores. Su posible linaje real, su defensa del territorio frente a Mercia y su breve control de Wessex son testimonio de un poder real, aunque disputado. Sin embargo, la forma en que cronistas posteriores como Beda lo trataron refleja las dinámicas políticas e ideológicas de su propio tiempo, en el que consolidar una línea dinástica implicaba desacreditar a los rivales del pasado. Hoy, redescubrir figuras como Æscwine nos permite no solo reconstruir la compleja historia de los reinos anglosajones, sino también cuestionar las narrativas oficiales y dar voz a aquellos reyes que gobernaron en las sombras.
Cenfus 🔙 Rey de Wessex (674-676) 🔜 Centwine
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